Un día un niño se me acercó y me preguntó por qué iba en pijama. Ese niño tenía mi chandal debajo de la almohada.
Seguí usando mi precioso y suave chandal a pesar de las risas de unos cuantos y empecé a interesarme por los motivos que nos hacen decidir las prendas que nos acompañan.
Después de muchas editoriales de moda acumuladas en el trastero, un paseo por la facultad de Bellas Artes y algún que otro viaje comencé una aventura en un pequeño local del Casco viejo de Bilbao.
Era una tienda multimarca donde ofrecíamos una selección de firmas estupendas y alguna locura más ( vendimos hasta tostadoras, unas muy molonas…).
16 años después, sigo ofreciendo firmas estupendas y alguna locura. Y espero cada temporada con una ilusión terrible que entres a nuestra tienda y te lleves algo que te acompañe en momentos de tu vida importantes, y no digo importantes tipo bodorrio, etc…
Porque importante es el día en que a tu hijo se le cae el primer diente, o el día que descubres algo que te hace feliz.
Y en ämmä nos gusta eso.
Marta . . . . . . . .